Juntate con los locos correctos

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Por Patricia Reza

“Hazme algo para que la gente pueda dormir”, fue una petición que un cliente me hizo hace algunos años en un proyecto para una cadena de lujo que estaba ayudando a desarrollar. La pandemia ya había hecho muchos estragos y aunque poco a poco la gente empezaba a salir, el tema latente en todos lados era la insodemia (insomnio derivado por la pandemia) lo que más sonaba como efecto colateral. Yo lo tenía también y no me molestaba estudiarlo en absoluto, de hecho ya lo estaba haciendo, y fue curioso cómo me pidieron algo que pocas semanas antes ya tenía en mente para desarrollar. Unas semanas después, en un viaje a Dallas, encontré en una pequeña tienda de detalles dos libros que me atrajeron como imán desde que entré, ambos sobre actividades para dormir mejor, pero uno en específico hablaba sobre una tendencia que apenas empezaba en Estados Unidos y de la que no se oía aún nada en México. Se trataba de unos preparados con infusiones herbales coloridas, leche tibia y toppings suaves y agradables a las que les pusieron “Moon Milks” o “Leches de Luna” porque esa combinación induce a activar químicos para dormir mejor. Me encantaron, y las agregué junto con dinámicas asociadas a los cuidados personales y activación de los 5 sentidos, buscando crear un escenario perfecto para relajarse profundamente.

Hice la entrega final y reconozco que puse mucho contenido de más, llevándome con ello lecciones que en su momento fueron muy dolorosas, pero que ahora agradezco. En primera, aprender a entregar lo que me piden; dar de más esperando que lo valoren no siempre te da el resultado que a veces tenemos como expectativa, y si no te lo piden tampoco puedes reclamar si no lo aprecian.

Explicar claramente tu propuesta y hacerlo con las personas correctas fue otra; puedes adelantarte a las tendencias, pero si no sabes comunicarlo adecuadamente, o das la explicación a quienes no comparten esa visión, esta puede acabar en el cementerio de las ideas, y dejarte a ti con mucha frustración que fue justo lo que me pasó. Las moon milks, junto con otras cosas, fueron descartadas del proyecto, y cómo yo creía en estas, las retome unos meses después con una tea master fundadora de una importante empresa mexicana de té. A ella le pregunté si había oído hablar de ello, le mandé artículos y el libro que inmediatamente compró. Le encantó la idea, tomó mis recetas iniciales, hechas con ingredientes de su marca, y las mejoró evidentemente con el expertise de alguien que tiene más de 25 años en el medio. Teniendo la base, me animó a que armáramos un taller en línea para dormir al que le pusimos “Pócimas de Sueño”. En este incluimos actividades para los 5 sentidos, decidimos dar en pijama el curso, pidiendo lo mismo con los participantes, y para nuestra sorpresa, cuando esperábamos solo 30 asistentes acabaron siendo casi 100.

Ya han pasado unos años de ello y el curso aún se sigue vendiendo en línea, me siguen pidiendo productos para complementarlo y las moon milks se han puesto de moda. Probablemente, alguien más vio el libro, o las escuchó y las tomó en otro país, pero emociona mucho saber que has sido partícipe de algo que se hace grande y ayuda a mucha gente a mejorar su calidad de sueño, como fue en este caso. La mayor lección que recibí fue el aprender a creer un poco más en mis ideas, trabajar por ellas, documentarme y acercarme a las personas correctas que pueden entender tu camino porque comparten tu misma locura, y sí, juntarse con los locos correctos siempre da resultados extraordinarios. Por si andas con el pendiente sobre dónde encontrarlas, búscalas en la tienda en línea Euro Té (orgullosamente mexicana) y si puedes tomar el curso búscalo ahí mismo.

En cuanto al trabajo de Olivia, la tea master y su servidora, bueno, la inspiración aún nos tiene trabajando en otros proyectos.

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@patyreza