Por Ricardo González
Desde hace 9 años, me he dedicado a la reforestación de árboles en Querétaro. Esta iniciativa surgió de una profunda conexión con la naturaleza y de un despertar de conciencia sobre la importancia de cuidar nuestro entorno. A los 29 años, me di cuenta de que debía hacer más por mejorar nuestro entorno, especialmente al observar el rápido crecimiento de Querétaro y la falta de consideración por la biodiversidad en este proceso.
La expansión inmobiliaria se estaba llevando consigo no solo áreas verdes, sino también la esencia misma de nuestro entorno natural. Comencé a sentir un enojo interno y una necesidad urgente de actuar. ¿Cómo podía seguir siendo parte de un sistema que estaba contribuyendo a la degradación del medio ambiente?
Mi primera acción fue iniciar conversaciones y dar charlas en el fraccionamiento Milenio III, donde resido actualmente. Quería despertar la conciencia de mis vecinos y especialmente de los niños, quienes representan el futuro y deben crecer en un entorno que valore y
preserve la naturaleza. Formé un grupo de personas comprometidas con la causa y juntos comenzamos a generar la necesidad de más árboles, más plantas y mejores condiciones de vida para todos.
Durante estos años, hemos llevado a cabo numerosas jornadas de reforestación en diferentes áreas de Querétaro. Hemos plantado una variedad de árboles tanto nativos como exóticos. La importancia de utilizar árboles nativos en la reforestación radica en su adaptación al entorno local y su resistencia a condiciones climáticas adversas. Siempre enfatizamos la necesidad de mantener un equilibrio, con al menos un 70% de árboles nativos y un 30% de árboles exóticos o adaptados. Dentro de los árboles nativos se encuentran el Leucaena, Palo de Arco, Huizache, Mezquite, Tepame, Colorín, Palo Verde, Ceiba, Algodón y Garambullo, así como especies exóticas como Hueso de Fraile, Jacaranda, Tabachín, Tamarindo, Majahua, Lluvia de Oro, Bugambilea y Grevillea. Esta diversidad no solo enriquece nuestro paisaje, sino que también contribuye a la biodiversidad y a la polinización, aspectos fundamentales para el equilibrio ecológico.
Hablando de la situación actual de sequía en Querétaro, es alarmante ver cómo afecta no solo el suministro de agua para consumo humano, sino también la salud de nuestros árboles y la biodiversidad en general. Estamos enfrentando una pérdida significativa de árboles, y si no tomamos medidas urgentes, podríamos encontrarnos con un «cementerio de árboles» en nuestra ciudad. Esto solo tendría impactos ambientales, sino también en la calidad de vida de los habitantes.
Mis consejos para enfrentar la sequía y contribuir al cuidado del medio ambiente son simples pero poderosos. Debemos medirnos en el consumo de agua, empezar por nuestras casas y fomentar la conciencia ambiental en nuestras familias. Cada pequeña acción cuenta,
desde mantener plantas que purifiquen el aire hasta preocuparnos por la sobrevivencia de árboles y especies nativas en nuestra comunidad.
En mi labor de reforestación, he enfrentado diversos retos. Uno de los principales es la falta de conciencia ambiental en muchos sectores, desde empresas hasta ciudadanos. Muchas veces nos enfrentamos a la apatía y a la falta de participación en las jornadas de reforestación.
También hemos notado una pérdida de biodiversidad debido al crecimiento urbano sin medidas de mitigación adecuadas.
El impacto de nuestras jornadas de reforestación se refleja en una mayor conciencia ambiental, una comunidad más unida y comprometida, y un entorno más verde y saludable.
Invito a todos los queretanos a unirse a nuestra iniciativa, a informarse y a tomar acción para preservar nuestro patrimonio natural.
Para involucrarse y apoyar nuestra iniciativa de reforestación, hay muchas formas de contribuir. Pueden participar en nuestras jornadas, informarse sobre temas ambientales, mantener áreas verdes cerca de sus hogares y trabajar en conjunto con sus vecinos para mejorar el
entorno. La colaboración ciudadana es clave para el éxito de cualquier proyecto ambiental.
Es fundamental que las autoridades tomen medidas concretas para abordar la sequía y fomentar la reforestación en la ciudad. Esto incluye programas claros de reforestación, monitoreo del estado fitosanitario de los árboles, involucramiento ciudadano y una política
ambiental sólida que priorice la conservación de nuestro entorno natural.
En resumen, el mensaje que quiero compartir con la comunidad es que el cuidado de nuestros recursos naturales y la participación en acciones de reforestación son responsabilidades de todos. Es hora de actuar juntos por un Querétaro más verde y sostenible.
«El medio ambiente no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos. Cuidemos hoy lo que será su legado mañana.»
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