Por Juan Almaraz Pérez
Las leyendas son una fusión de historia y fantasía, es nuestra imaginación creativa deseando ser verdad. Se inician en la mente de los que atestiguan los hechos, son protagonistas de los mismos y amalgaman deseos, convicciones y misticismo de su tiempo.
En esta leyenda de la fundación de Querétaro, identif icamose el orgullo indígena de nuestros ancestros al aceptar someterse a los españoles y sus aliados, no sin antes enfrentarse en una batalla simulada, además de su gran temor y respeto ante los fenómenos de la naturaleza.
Conozcamos pues, “La leyenda de la FUNDACIÓN DE QUERÉTARO”
El 25 de julio de 1531, la historia oficial habla de la fundación de la ciudad de Querétaro, luego de que los españoles vencieran en batalla a los indígenas de la región.
La leyenda cuenta que, tras una cruenta batalla de españoles contra indígenas (quienes se resistieron a la conquista) el 25 de julio de 1531, el cielo se oscureció e hizo aparición la figura de Santiago Apóstol, con lo que los indígenas se rindieron y aceptaron la evangelización.
La batalla tuvo lugar en el Cerro del Sangremal, donde chichimecas y otomíes, lo que hoy es La Cañada, se enfrentaron a los españoles comandados por Fernando de Tapia (Conín).
Durante el encuentro, ninguno de los bandos usó armas, fue una lucha cuerpo a cuerpo; los indígenas, en el balance, iban al frente de la batalla, fue entonces cuando en el cielo se oscureció. Según explicaciones científicas e históricas, en aquella época tuvo lugar un eclipse de sol, pero la leyenda habla de la aparición del Señor Santiago Apóstol, que fue usada por los españoles como una señal divina. Ello convenció a los nativos a rendirse.