Por José María Borbolla
En una cena decembrina del año pasado, unos amigos llevaron un juego de sobremesa de preguntas. A unos les pareció muy ñoño, a otros intrusivo, pero a mí se me hizo maravilloso poder conocer aún más a ese grupo a través de cuestionamientos tan simples como ¿a cuántos “no” de gente cercana y querida te has enfrentado en la vida?
Para sorpresa de los asistentes, el “no” me ha sido muy presente. Desde que quise escoger una carrera, comunicación, que en ese tiempo no se le tenía mucha fe, hasta el que jamás me iba a poder casar y tener hijos, pasando porque nunca iba a triunfar en una ciudad como CDMX donde no conocía a nadie. No saben el gusto que me da haberle callado la boca a todos.
EL “NO” ES UNA RESPUESTA NATURAL, ES MIEDO A LAS COSAS QUE NO CONOCEMOS, Y ESTÁ BIEN, AL FINAL ES UN INSTINTO DE SUPERVIVENCIA, PERO JAMÁS TENDRÍAMOS LOS AVANCES SOCIALES QUE TENEMOS HOY EN DÍA SIN ALGUIEN VALIENTE, ESOS QUE SE ANIMARON A DAR EL PRIMER PASO PARA ABRIR SENDERO A LOS DEMÁS.
Esos hacedores de las cosas tienen un superpoder en común, la pasión, que a su vez los hace ser perseverantes, disciplinados, devoradores de conocimiento, obsesivos por la calidad y ávidos de dar siempre un valor agregado.
Obvio es complicado, solo a los árboles con fruto les tiran piedras, y eso hace un camino incómodamente empedrado, pero cuando llegas a tu destino, sabes que todo valió la pena, porque esa meta te llena de orgullo, el amor propio empodera, el poder da independencia y la libertad es felicidad.
A lo largo de mis más de 20 años de emprendedor y de dedicarme a las relaciones públicas, siempre encuentro un común denominador, además de mi esposo e hije, que me hace levantarme cada día con ánimos de dar lo mejor de mí, y sin duda ese gran motor es el tener el privilegio de dedicarme a algo que me encanta. Eso jamás hubiera pasado si el “no” y la procrastinación fueran parte de mi vocabulario.
Es algo que a lo largo de los proyectos que he codesarrollado como Probaby, Fashion Week México, México Bridal Fashion, la recién nacida Asociación CivilConstruyendo Ciudadanía, y mi quinceañero Joint Communications; donde él “hacemos que las cosas pasen” siempre ha sido una filosofía, acompañado de mi ideología que es la congruencia y mi religión que es ser buena persona. Es una triada que no tiene pierde, porque es una cadenita, un círculo virtuoso.
Solo se comunica con emoción y solo le inyectamos emoción a las cosas que nos apasionan. Cuando ejerces tu gran pasión, todo lo demás viene por añadidura: el éxito profesional, la satisfacción personal y la armonía con tu familia. Así, que a quien me esté leyendo, cualquier duda que tengas ahora rondando por tu mente te digo: Hazlo; esa siempre es la respuesta.
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