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GUSTAVO DE LEON ZENDEJAS
INGENIERO CIVIL EN DALLAS Y DIBUJANTE
PENSAMIENTOS DEL OTRO LADO
Hace algunos años el Better Life Index de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico le postuló una pregunta sencilla al mundo: ¿Qué es lo que más importa en la vida? Desde el 2011, el Better Life Index ha mantenido récord de las respuestas que reciben de todo el mundo y las ha dividido por nacionalidad, formando un mapa representativo de lo más importante para los habitantes de cada país. Aún tomando en cuenta las limitaciones estadísticas de tal encuesta, las res- puestas dan luz a la diferencia en psicología de los habitantes de diferentes lugares. Por ejemplo, en países con alta incidencia de violencia como Venezuela, Honduras, y el Congo la seguridad toma primera plana; en otros más estables como España, Francia, y Canadá, la salud viene primero. Lo que se reporta como lo más importante tiende a ser un reflejo del estado presente del país, y de lo que los sus residentes visualizan para el futuro. En el caso de Estados Unidos y México, lo más importante se reporta como satisfacción de vida y educación, respectivamente, una diferencia interesante entre los dos vecinos que vale la pena analizar sucintamente.
En el clima socioeconómico y político actual de EU, donde los cabilderos avanzan la privatización y los legisladores reducen los presupuestos educativos al nivel estatal y federal, la educación se ha convertido más en un negocio para las entidades educativas que en una fuente de seguridad financiera para los graduados. En muchas profesiones el tener un título universitario solo te empareja con los demás candidatos. Para los que aún no emprenden su carrera educativa, el prospecto de ser dueño de una deuda de más de 35 mil dólares (la deuda estudiantil promedio en EU) por un título que no garantiza nada, no luce tan atractivo. Y aquellos que ya se han recibido y tienen la fortuna de estar empleados, se encuentran atrapados en el ciclo de la economía americana: trabajas por menos de lo que produces hasta que quede saldada la deuda. Es una clase de servidumbre por contrato moderna, adornada de lujos y la apariencia de oportunidades. Con tanta insatisfacción, no sorprende entonces que la satisfacción de vida sea lo más importante, pues es lo que no se tiene. En cambio, la educación en México aún provee una ventaja en el desarrollo profesional, abre puertas que no se les abren a todos con facilidad. La diferencia fundamental entre los dos países no es el nivel general de educación, si no la actitud detrás de ella. La educación para el mexicano representa no solo una puerta para seguir adelante, representa un aspecto de crecimiento y definición personal que va más allá del valor monetario. Valoremos nuestro aprecio por la educación, aprendamos de los errores de nuestro vecino al norte y mantengámonos atentos a la influencia del capitalismo desenfrenado que reduce la educación a otra fuente de abuso económico. «