Por Stephanie Haidar
La determinación, o como se le conoce en inglés «grit», es clave para un buen rendimiento profesional. El término en español puede resultar confuso y es comúnmente confundido con la motivación. Sin embargo, existe una diferencia entre ambos conceptos.
La determinación es uno de los tres elementos que conforman la motivación:
- Empuje intrínseco: Se refiere a aquellos motivadores emocionales poderosos como la curiosidad, la pasión, el propósito, la autonomía y la habilidad/experiencia. Son sentimientos que conducen el comportamiento automático.
- Objetivos claros: Por muchas razones neurológicas, cuando sabemos a dónde vamos, llegamos más rápido.
- Determinación: Es la persistencia, la fortaleza y la habilidad para seguir adelante en el viaje, a pesar de las dificultades y los obstáculos que se presenten.
Consideremos que la motivación intrínseca es lo que nos hace dar ese primer paso hacia el camino del alto rendimiento. El objetivo adecuado nos ayuda a definir esa ruta, mientras que la determinación es la que nos permite seguir adelante, a pesar de los obstáculos.
Y la determinación es la intersección de la pasión y perseverancia, es nuestra habilidad para controlar nuestras emociones y para continuar cuando se presentan tareas difíciles y retadoras. Debemos trabajar en nuestra determinación, una vez que la motivación se termina.
Existen 6 tipos de determinación para lograr un alto rendimiento, y la última es la que normalmente pasamos por alto, sin darle la verdadera importancia que merece:
- Determinación para perseverar.
- Para controlar nuestros pensamientos.
- Para controlar el miedo.
- Para ser tu mejor versión cuando estás en la peor.
- Para entrenar tus debilidades.
- Para recuperarse.
A los profesionales de alto rendimiento, sea cual sea su ámbito, no les gusta descansar ni recuperarse, pero es elemental para seguir creciendo y evitar el agotamiento o “BURNOUT».
“BURNOUT” (o síndrome de que estás quemado) se identifica por 3 síntomas: cansancio abrumador; ineficacia (un sentimiento de falta de logros), y cinismo. Es el resultado de estrés repetido y prolongado. Hay que tener la determinación para recuperarse.
“BURNOUT” es la respuesta prolongada a estresantes emocionales crónicos en el trabajo. No sólo es el resultado de trabajar mucho, trae detonadores psicológicos, los cuales mucha gente desconoce. Es la acumulación de millones de pequeñas decepciones:
- Altera nuestro circuito neurológico obligándonos a caer en una espiral descendiente/negativa.
- Aumenta el tamaño de nuestra amígdala (la cual es crítica para el control emocional). Tenemos más dificultad para controlar las emociones negativas.
- Reduce nuestras funciones cognitivas como la memoria y atención. Nos hace un poco más torpes. Pero la ciencia ha demostrado que es reversible con una recuperación activa. En ediciones pasadas, hemos abordado varios ejemplos de cómo integrar una recuperación activa en nuestra rutina (ice bath, meditación, contacto con la naturaleza, estiramientos).
Existen 6 detonadores que activan el “BURNOUT”:
- Falta de control. Lo opuesto a la autonomía.
- Conflicto de valores. No hay una correlación entre tus propios valores y aquellos del lugar para el cual trabajas.
- Falta de reconocimiento por otros.
- Carga excesiva de trabajo. Demasiado, complejo y urgente.
- Cultura de favoritismo.
- Una comunidad rota. Cultura tóxica, falta de rendimiento de otros colegas.
El “BURNOUT” es prevenible, pero si ya nos encontramos ante el problema, debemos solucionarlo de raíz; ya sea, cambiando la situación o cambiando tu relación con la situación.
Blindarnos psicológicamente ayuda a prevenir los desencadenantes psicológicos y a expandir nuestra capacidad de tolerancia. Pero, ¿cómo logramos esto?
- Durmiendo bien
- Con una práctica de recuperación activa. Al igual que en el entrenamiento físico, si no te recuperas de trabajar, no vas a rendir igual.
- Ejecutando los básicos de la psicología positiva (mindfulness, ejercicio, agradecimiento, buena nutrición).
En conclusión, tenemos que oscilar para rendir en forma óptima. ¿A qué me refiero con esto?, a aprender a vivir como un león. El león corre para alcanzar a su presa (dándolo todo) y descansa después de comérsela. Trabajo – Recuperación. Eliminar cualquier área gris.
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