Por: Gabriel Anaya
Llegamos final del mes de enero y recordamos con mucho cariño un año (2023) con muchos acontecimientos que le han dado sabor a nuestras vidas, acontecimientos de todo tipo, pero solo recordamos los que nos han hecho felices y damos la bienvenida al mes de febrero, conocido comercialmente como el mes del amor y la amistad.
En estas reflexiones, sólo me referiré a los eventos acontecidos en enero y febrero, pues si veo más atrás, no acabaría nunca.
Uno de mis propósitos al comenzar el año 2023 fue ser feliz y creo que lo logré
En año nuevo, celebramos con propósitos, de cambiar lo que creemos que hemos hecho no tan bien. Las campanadas del reloj, las uvas, los recuerdos y los comentarios del año que terminó, y las esperanzas de un mejor año. Luego el día de Reyes, juguetes para los más chicos, hijos, nietos y bisnietos (para los que tenemos esa fortuna). La rosca, otra reunión de familiares y amigos, el muñeco para los tamales del 2 de febrero, otro pretexto para convivir, y el 14 de febrero, día del amor y la amistad. Y comienza la rutina del año…
Pero todo lo anterior viene al caso porque nuestra principal tarea es ser felices y hacer felices a los demás dentro de nuestras posibilidades en las relaciones interpersonales. Decir «te amo» a las personas que amamos, estar siempre dispuestos a sonreír y, por qué no, reír a carcajadas. Saludar: «Buenos días», «Buenas tardes», «Buenas noches» a las personas con las que nos encontramos, dar abrazos a los que queremos, en fin, contagiar nuestra alegría y felicidad a todo lo que nos rodea. Acuérdense de que ser felices es una decisión personal que no debe cambiar.
Desperté, estoy vivo, tengo donde dormir, tengo qué vestir, tengo para alimentarme, tengo una familia, tengo trabajo, tengo quien me quiera, tengo a quien querer, tengo amigos; en fin, soy una persona rica, muy rica.
ACUÉRDATE:
SER FELIZ ES UNA
DECISIÓN PERSONAL
FELICIDADES PARA TODOS, ¡FELIZ FEBRERO Y FELIZ AÑO 2024!
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