Anamar Orihuela

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Sanar sanando es el viaje de mi alma

“DISFRUTEMOS DE LA VIDA Y PLASMAMOS LO QUE QUEREMOS NO DESDE EL MIEDO, SINO DESDE
LA CONFIANZA”.

Photoshoot

Anamar Orihuela es una destacada escritora contemporánea que ha dejado una huella significativa en la vida de muchas personas. Además de escritora, también es psicoterapeuta, conferencista y tallerista. A lo largo de su carrera, ha escrito cinco libros, incluyendo su último trabajo titulado «Doña huevotes». Sin embargo, su camino hacia la escritura no fue algo que soñó desde pequeña; en cambio, desde una temprana edad, decidió que quería convertirse en alguien que ayudara e impactará en la vida de las personas.

Anamar es una mujer apasionada que disfruta de los placeres de la vida, como la buena comida, los vínculos, las vacaciones y los afectos. Siempre busca el equilibrio y el placer en su vida, su positividad y buen sentido del humor son rasgos destacables.

Es la fundación del método integral llamado HERA (Heridas Emocionales Reintegrando el Autoestima). Este método fue construido a lo largo de su carrera, al darse cuenta de la necesidad de realizar un trabajo integral en nosotros mismos. El enfoque de HERA se basa en conectar con el cuerpo, que tiene una influencia significativa en el 90% de nuestras decisiones más importantes.

Además, el método aborda el trabajo con las emociones, las creencias y el aspecto espiritual, ofreciendo así una integración completa de nuestro ser.

Comenzó a escribir como parte de su proceso como psicoterapeuta, investigando y descubriendo a partir de sus consultas, talleres y grupos. A través de esta pasión y trabajo, encontró su camino como escritora.

Tuvimos la oportunidad de platicar con Anamar Orihuela en donde nos platicó sobre su nuevo libro llamado “Doña huevotes”.

“NO ESTÁ MAL SER UNA DOÑA HUEVOTES, EL PROBLEMA ES QUE SOLO SEAS ESO”.

¿Quiénes son las Doñas huevotes?

Somos mujeres masculinizadas, mujeres que toman decisiones, resuelven, sostienen, mantienen a sus hijos o padres, mujeres que siempre están tomando la batuta, pero no saben parar, pedir y recibir, sienten que tienen que cargar con todo.

¿Qué te inspiró a desarrollar ese libro?

Es un libro muy entrañable para mí, ya que yo crecí en una posición de sobreviviente. Considero que algo que me hace diferente de muchos especialistas es que comparto los procesos personales que he tenido y Doña huevotes es uno de estos. Ha sido un proceso orgánico, en el que me di cuenta que tenemos que empezar a ver por nosotras mismas y decirle al mundo que ya no. Doña huevotes se convirtió en un proceso en el que me reencontré con mi vulnerabilidad y con el deseo de conectar más con mi lado femenino, de permitir sentirme cuidada, de decir hasta aquí está bien, y es importante mencionar que es un proceso personal, de constante aprendizaje.

¿En qué ámbito consideras que las doñas huevotes llegan a sufrir más?

En todas sus relaciones personales, una mujer doña huevotes es la perfecta plasmadora en su trabajo, estratega, generadora y es líder a, pero si dentro del ámbito familiar o del hogar no se quita este papel seguiría aumentando esta carga sin descanso de todo a su alrededor.

¿Crees que actualmente las nuevas generaciones de mujeres se están convirtiendo en Doñas huevotes?, ¿Es bueno esto?

Creo que el tema aquí es la masculinización, el malentendido es que ahora nos tenemos que hacer como ellos, controladoras, mandonas, individualistas, el involucrar cada vez menos lo emocional y sentimental, entonces lo que ha pasado con esto es que se crea una cultura de competencia y rivalidad. Creo que no necesitamos convertirnos en hombres ni masculinizarnos para ser poderosas, las mujeres somos poderosas cuando nos conocemos, sabemos lo que necesitamos, y cuando llenamos nuestras necesidades, cuando somos humanas, inductivas, inteligente y creamos vida donde estemos, empoderarnos desde ahí nos evitará competir y rivalizar con el hombre.

Las mujeres tenemos un gran trabajo por delante; confiemos en que ya no somos nuestras madres, no tenemos que repetir las mismas historias, hoy en día tenemos nuevos recursos para tener la vida que queremos, entendamos que no necesitamos a un hombre para poder tener el coche la vida, la felicidad, plenitud, podemos tener todo sin tener que estar solas. Creemos un lugar donde no se trate de someter o ceder, sino de compartir, de dar y recibir.

“NO ESTÁ MAL SER UNA DOÑA HUEVOTES, EL PROBLEMA ES QUE SOLO SEAS ESO”.

¿Cuáles serían tres consejos para llegar a generar este balance y un proceso para convertirnos en mujeres empoderadas y felices sin ser unas doñas huevotes?

El primer paso que diría es aprender a dejar de identificarnos como una doña huevotes, ella es una herramienta. Que no se convierta en ti, sino hacerla una parte de ti cuando la necesites.

En segundo lugar, sería desarrollar la parte más importante en la vida, que son los vínculos, aprender a valorar a las personas que te rodean en tu día a día. Y por último vincularnos con más capacidad de ser más nosotros mismos.

Sin duda, Anamar Orihuela ha dejado un legado literario duradero que continuará inspirando a las mentes creativas por generaciones. Su obra perdurará en la memoria colectiva como un testimonio de la belleza y el poder de la palabra escrita para transmitir emociones, reflexiones y la esencia misma de la experiencia humana.

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Contacto:

https://academiaanamarorihuela.com/

@anamar.orihuela