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CREA E INNOVA

BRIGITTE SEUMENICHT

MERKATUA

TECNOLOGÍA EN NUESTRA CONTRA
Es impresionante la cantidad de gente que conduce y textea, que va a cenar con amigos y no deja el teléfono, que se presenta a una reunión de trabajo y no presta atención a lo que se está hablando por estar revisando sus emails, que está con sus hijos pero realmente está más al tanto de los mensajes que le llegan.

Recibir emails, mensajes o llamadas genera dopamina (conocida como el neurotransmisor de las adicciones), y por ende las redes sociales en el teléfono pueden convertirse en algo sumamente adictivo, al mismo nivel que la adicción por el alcohol, las drogas, el tabaco y las apuestas. ¿Qué tal si cambiamos para no ser adictos a nuestros teléfonos celulares?
No le des el control: cuando tu vida gira en torno al teléfono y los mensajes que recibes estás en un problema. No permitas que sea el teléfono el que marque tu agenda. Una buena recomendación es desactivar todas las alertas y notificaciones, de esta forma puedes acceder a el cuando tú lo decides y te permites estar enfocado y concentrado en las actividades en las que tienes que estar.

Regálate unos momentos: hay personas que hacen todo, pero verdaderamente todo, con el teléfono en la mano; desde conducir, caminar por la casa, ¡hasta ir al baño! Ponte a prueba e intenta salir la próxima vez con tus amigos sin el teléfono, intenta estar un n de semana sin usarlo, procura ir a tu próxima junta de trabajo y no lo lleves, ve a la gente a la cara, regálate esos momentos de verdadera conexión.
Aprende a priorizar: hay momentos, como decíamos anteriormente, que requieren que le pongas un toque personal a la situación, que veas a los ojos, que hagas sentir a las personas que están a tu lado importantes y valoradas. ¿En qué momento un mensaje, un sonido, una alerta se ha vuelto más priorita- rio que gente como nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos?

Ponte límites: hoy en día, se ha comprobado que los jóvenes pueden verse perjudicados en términos de crecimiento y desarrollo con el uso del ce- lular, al no respetar sus horas de sueño. Ponerse límites en el uso del teléfono es fundamental, intenta por una semana dejarlo fuera de la recámara y ve que tan positivos son los cambios en tu vida y en tu descanso.
Precaución y seguridad ante todo: es alarmante el porcentaje de accidentes que ocurren por descuidos como estos, por falta de precaución y de seguridad. La invitación es a que nos demos cuenta que un mensaje, un mail o una llamada no justi ca que pongamos en riesgo nuestra vida, la de nuestra familia, amigos o la de otras personas.

Albert Einstein decía: “Si quieres vivir una vida feliz, átala a una meta, no a una persona o a un objeto” Bien vale la pena cuestionarnos qué tanto estamos abusando de la tecnología y qué tanto nos está limitando, perjudicando y alejando de aquello que en verdad vale la pena…vivir. «