Por: Ricardo Garduño Oceguera
“Si abandonas la idea de que tu voz puede marcar la diferencia, otras voces llenarán el vacío” -Barack Obama
Los avances en el campo de la IA (Inteligencia Artificial) tienen un impacto cada vez más determinante y profundo en la actividad humana, la vida personal y social, la política y la economía de un mundo interconectado.
En los últimos meses, hemos visto que diversas aplicaciones como ChatGPT o Deep L han tomado una relevancia significativa, facilitando la vida y actividades de múltiples disciplinas laborales.
Ante tal reto y al ser incorporadas a la vida diaria, los legisladores y las organizaciones sociales deberán de tomar cartas en el asunto y poner en el terreno de las ideas a debate, para una posible forma de regular su debida utilización, buscando la protección de derechos autor, a la intimidad, prevenciones de delitos, etcétera.
Habrán de realizarse foros internacionales y nacionales, que nos permitan una mejor comprensión del reto, para tener claro -entre otras cosas- qué entendemos por inteligencia artificial, cuáles son los alcances y con qué principios éticos y morales operan. Con ello, poder salvaguardar los datos personales de los usuarios, establecer mecanismos para evitar la comisión de delitos y muchas directrices más, con la única finalidad que la implementación de estas tecnologías sea de la mano del derecho.
¿Se podría incorporar la inteligencia artificial a un proceso judicial? ¿Podremos reemplazar jueces y operadores jurídicos por sistemas artificiales? Estas preguntas pintan un panorama que a primeras luces resulta desafiante, pero sin duda, el derecho y la sociedad ganan con la adecuación de estas tecnologías, buscando que encuentren apego en el marco de la Constitución y los Tratados Internacionales.
En el futuro cercano, se espera que las inteligencias artif iciales sean una herramienta indispensable que apoye la aplicación del derecho.
Recomendación:
Libro | La Encrucijada Mundial. Pedro Baños (Ariel, 2023)
El autor revela que es necesario trazar estrategias imaginativas y eficientes que satisfagan las necesidades y aspiraciones de las poblaciones, y especialmente de la juventud. Nos adentra en la realidad que vivimos, pero nos dibuja el panorama mundial que se vislumbra a mediano y largo plazo. Los avances tecnológicos y la trasformación del poder, así como las particularidades geopolíticas del mundo, establece que el modelo actual ha dejado de funcionar y ahora es obsoleto. Debemos pensar el futuro, éste libro nos da las bases.
Contacto:
Lic. Esp. Ricardo Garduño Oceguera
Abogado litigante en Derecho Penal y Familiar en el bufete jurídico Alternativas Legales.
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